crepita la leña en la chimenea arden sin prisa las ramas de almendro aliagas secas se impregna el
aire de humo que fue roca o tierra que fue asiento del árbol y de la mala hierba intemperie oscura
donde la luz cae sobre los valles para crear las sombras donde morir como el pájaro muere en el
campo sin ruido fugacidad por fin cumplida como el liquen adherido a la piedra una vida ofrecida
que nadie ve ni pide pero a la que pertenece mansamente sin ansia
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