Exterior. Playa. Belleza objetiva, de postal. Tan bella que ha sido retratada mil, cien mil veces. Intento resistir, no ser "otro más" fotografiando la apartada cala del Moraig. Es un acto deliberado, consciente, beligerante. Antinatural. No significa que no reconozca lo bello, más bien que estoy saturado de imágenes como ésta. Pero también, desde algún lugar de mi cerebro nace un impulso autómata, un deseo ávido de atesorar cuanta más riqueza mejor. Y disparo. Claro que disparo. Me recreo en la composición, qué encuadro, qué elimino, dónde sitúo la línea del horizonte (ja, la neutralidad de la fotografía). En un estadio posterior, ya en casa y sumergido en un programa de edición, termino de perfilarla según mis gustos estéticos del momento. He contribuido con mi granito de arena para la saciada imaginería de la Red. ¿O no? Quizá aún conserve en mi poder un acto último de rebeldía. En efecto, mi voluntad es libre de publicarla o de abandonarla en el fondo de las carpetas de mi ordenador. Nadie podrá saber de su existencia. Nadie, tan sólo yo. Seré el afortunado poseedor de una imagen única, nunca nadie más sabrá que existe. Nadie. No existirá. Onanismo. Esfuerzo sin recompensa visible. Por ello, para que no existan, re-creo otro tipo de escenas. Según el canon clásico, no son bellas. Su mensaje sólo yo lo aprecio. Subjetivamente dotadas de una intensidad mayor a la hora del disparo. Alquimista de los elementos que elijo en la zona de encuadre, disfruto la concentrada elaboración de una pobre pero tan sugestiva estimulación de mis sentidos. Puede que la suba. Quizás así exista.
cuaderno de bitácora, diario íntimo pero extrovertido, reflexiones obsesivas, refracciones lumínicas...
lunes, 30 de abril de 2018
¿para qué, la fotografía? (dos)
Exterior. Playa. Belleza objetiva, de postal. Tan bella que ha sido retratada mil, cien mil veces. Intento resistir, no ser "otro más" fotografiando la apartada cala del Moraig. Es un acto deliberado, consciente, beligerante. Antinatural. No significa que no reconozca lo bello, más bien que estoy saturado de imágenes como ésta. Pero también, desde algún lugar de mi cerebro nace un impulso autómata, un deseo ávido de atesorar cuanta más riqueza mejor. Y disparo. Claro que disparo. Me recreo en la composición, qué encuadro, qué elimino, dónde sitúo la línea del horizonte (ja, la neutralidad de la fotografía). En un estadio posterior, ya en casa y sumergido en un programa de edición, termino de perfilarla según mis gustos estéticos del momento. He contribuido con mi granito de arena para la saciada imaginería de la Red. ¿O no? Quizá aún conserve en mi poder un acto último de rebeldía. En efecto, mi voluntad es libre de publicarla o de abandonarla en el fondo de las carpetas de mi ordenador. Nadie podrá saber de su existencia. Nadie, tan sólo yo. Seré el afortunado poseedor de una imagen única, nunca nadie más sabrá que existe. Nadie. No existirá. Onanismo. Esfuerzo sin recompensa visible. Por ello, para que no existan, re-creo otro tipo de escenas. Según el canon clásico, no son bellas. Su mensaje sólo yo lo aprecio. Subjetivamente dotadas de una intensidad mayor a la hora del disparo. Alquimista de los elementos que elijo en la zona de encuadre, disfruto la concentrada elaboración de una pobre pero tan sugestiva estimulación de mis sentidos. Puede que la suba. Quizás así exista.
viernes, 20 de abril de 2018
¿para qué, la fotografía? (uno)
el hombre que miraba pasar los trenes |
Fotografiar es un estado de ánimo. Cuando miro por el visor de la cámara, siento la pulsión de una vieja dualidad, dos sensaciones que se retroalimentan. Estimulados por la armonía de una estereotipada puesta de sol, mis ojos se alegran si mi alma está igual, o quizá se vuelvan críticos y despectivos ante lo tópico. Otras veces, mi ánimo ansioso y oscuro puede encontrar la paz en una mañana de viento descontrolado, o viceversa. El misterio de la ciudad de las sirenas es insondable. Hay días en que me regodeo en la belleza, disfruto intentando recomponer el puzzle de la existencia. Ingenuo, creo que puedo llevar el control del caos. La fotografía como terapia. Pero hay otros en que el estupor dirige mi mirada y me dejo llevar hacia el lado más salvaje de la calle. Y también, cada vez con más asiduidad, hay muchos momentos en que necesito cerrar los ojos, saturado por el consumo superficial y excesivo de imágenes. Fundido en negro como un baño relajante.
lunes, 16 de abril de 2018
el trasunto catalán (cont.)
un penalty que explica muchas cosas |
Un profano apreciaría, viendo esta
imagen congelada, una pelota de estrellas negras incrustada entre un
futbolista de amarillo volando por encima de uno de blanco, que está
cayéndose. Pero hay mucho más. Por ejemplo, que un mercenario
magrebí (ya saben, de raza “inferior” a la aria), asalariado de
un equipo italiano del norte, parece que no le haya hecho nada a ese
otro jugador bajito (gallego por más señas), mercenario a su vez de
la institución más odiada por los independentistas catalanes, el
franquista y monárquico Real Madrid, el equipo por antonomasia de la caverna
españolista. Si aparte de lo explícito de la fotografía recordamos
que en ese fatídico minuto 92 del partido, el Barcelona llevaba más
de veinticuatro horas eliminado por otro equipo italiano, el
capitalino de la Roma, y que, a su vez, el adalid catalanista Pep
Guardiola, entrenador del Manchester City resultó expulsado en su
duelo de cuartos de final de la Champions por un árbitro español,
cuyo desenlace acabó con la eliminación de su millonario proyecto
futbolístico. En apenas un día, el Barça fuera de la liga europea,
Guardiola expulsado y eliminado por un español, el Madrid
clasificado en la prórroga y de penalty injusto....Todos los
demonios viscerales del asunto catalán resurgieron en una sola jornada: victimismo,
supremacía humillada, injusticia histórica, complot. ¿Algún
ingenuo aún que piense que el fútbol son veintidós chavales en
calzoncillos peleándose por una pelota?
Transcribo, para terminar, unas líneas de Juan Cercas, escritor charnego (ironía) en el que analiza la situación : "el cóctel nacionalista que durante años se ha servido en Cataluña y que constituyó el principal carburante ideológico de lo ocurrido en otoño —un cóctel hecho de victimismo histórico, egoísmo económico y narcisismo supremacista, aliñado con gotas de xenofobia— no sólo es incompatible con los ideales de la izquierda, sino absolutamente letal para la Europa unida."
Transcribo, para terminar, unas líneas de Juan Cercas, escritor charnego (ironía) en el que analiza la situación : "el cóctel nacionalista que durante años se ha servido en Cataluña y que constituyó el principal carburante ideológico de lo ocurrido en otoño —un cóctel hecho de victimismo histórico, egoísmo económico y narcisismo supremacista, aliñado con gotas de xenofobia— no sólo es incompatible con los ideales de la izquierda, sino absolutamente letal para la Europa unida."
sábado, 14 de abril de 2018
el asunto catalán
Copio párrafos enteros de Wikipedia que me causan estupefacción por la gran similitud entre hechos sucedidos con una diferencia de tres generaciones. Donde pone Companys puede leerse Puigdemont y algunos otros.
Companys contaba con el apoyo de las fuerzas catalanistas de izquierda y con los partidos y organizaciones obreras, agrupados en la Alianza Obrera Con la importante salvedad de la CNT que se había negado a secundar la huelga.
Tras la intervención militar dirigida por el comandante en jefe de la IV División Orgánica, el general Batet, Companys fue detenido junto con el gobierno catalán en pleno y encarcelado en el buque Uruguay, fondeado en el puerto de Barcelona, que fue requisado para ser utilizado como prisión. Companys y sus consejeros permanecieron recluidos en el Uruguay hasta el 7 de enero de 1935, cuando fueron trasladados a la cárcel Modelo de Madrid para ser juzgados por el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Las consecuencias para la autonomía catalana fueron desastrosas. El 7 de octubre, con el país aún bajo el estado de guerra, el general Batet designó al coronel de Intendencia Francisco Jiménez Arenas presidente accidental de la Generalidad. El 2 de enero, las Cortes aprobaban una ley por la que se suspendía el estatuto de autonomía, nombrándose a un gobernador general de Cataluña que asumía las funciones del presidente de la Generalidad y de su consejo ejecutivo.En noviembre, Amadeu Hurtado, presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña había tratado de buscar una solución que salvase el autogobierno catalán del procesamiento de sus dirigentes, proponiendo que la presidencia de la Generalidad, en ausencia de su presidente, y del presidente del parlamento, fuese ocupada por el vicepresidente, Antonio Martínez Domingo, de la Lliga. Sin embargo, Companys desautorizó cualquier posible arreglo, impidiendo cualquier colaboración por parte de Esquerra Republicana.
Companys y sus consejeros fueron juzgados por rebelión por el Tribunal de Garantías Constitucionales. El 6 de junio de 1935 por diez votos a favor y ocho en contra, Companys y los miembros de su gobierno fueron condenados a treinta años de reclusión mayor e inhabilitación absoluta. Posteriormente Companys y los consejeros Comorera y Lluhí fueron trasladado al penal de El Puerto de Santa María (Cádiz), en tanto que el resto de consejeros eran internados en la cárcel de Cartagena.
A pesar de ello, fue candidato del Front d'Esquerres en las elecciones de febrero de 1936 por la circunscripción de Barcelona-ciudad, resultando elegido diputado.
Tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936, no tardó en llegar la amnistía. Tras la dimisión de Portela, Azaña formó gobierno el 19 de febrero. Ante los continuos tumultos y manifestaciones exigiendo que los presos de octubre fuesen liberados, el presidente del Consejo propuso a la Diputación Permanente de las Cortes un decreto de amnistía. El 21 resultaba aprobado el decreto-ley y se dieron las instrucciones para que se produjese urgentemente la liberación de presos.
Wikipedia
Para terminar, añadiré que, al terminar la guerra, Companys se exilió en Europa. Reclamado por el régimen franquista, la Gestapo alemana lo entregó a España. Tras un juicio sumarísimo, fue fusilado en 1940.
jueves, 12 de abril de 2018
síntomas
Vivimos en una sociedad enferma. Sin referirme ahora a los grandes y terribles males globales (hambre, desigualdad, guerra, masacres...), en nuestro microcosmos hace tiempo que se detectan preocupantes síntomas de descomposición. Los valores cívicos, por ejemplo. Cosas impensables apenas treinta años atrás, son ahora casi cotidianas. Paseando ayer martes por el parque donde juegan y corren nuestros hijos me encontré el paisaje del aburrimiento devenido vandalismo, restos de una diversión mal entendida, que confunde libertad y libertinaje. Alcohol, gamberrismo, falta absoluta de empatía social, acaso rabia y odio ante un futuro falto de esperanza.
martes, 10 de abril de 2018
desde el asiento de atrás
Un buen ejercicio de humildad puede consistir, simplemente, en dejar la cámara Nikon "alta calidad" a tu hija de nueve años. Mientras conducía de regreso de las calas de Xàbia, Violeta quitó la tapa del objetivo y me regaló la vida de la carretera según ella, desde el asiento (secundario?) trasero. Quizá alguien, yo mismo también, podría infravalorar esta obra de arte minúsculo: una niña pequeña, sentada en su elevador del coche familiar, fotografiando con una cámara que apenas sabe utilizar. El resultado, un sorprendente punto de vista que pone las cosas en su sitio. ¿Tiene acaso alguien la exclusiva de la verdad?
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