lunes, 19 de noviembre de 2018

la dificultad de la constancia

Está claro. Mi carácter funciona a rachas, una mezcla de momentos de euforia junto a otros de desaliento. Como un globo que se hincha y deshincha. En mi lejana juventud intentaba corregir lo que yo consideraba un grave defecto. La madurez (o el cansancio), tal vez la sabiduría, me llevan a aceptarme como soy, huyendo de estériles batallas contra mí mismo.
Un blog se debe cuidar con mucho mimo, publicando entradas en un flujo temporal uniforme. Así debe ser para otro tipo de personas más metódicas, poseedoras de una voluntad de hierro. Este mapamundillo, por contra, será un reflejo de mis estados de ánimo, elevado a veces y otros menos productivo, largos silencios en que no tuve ningún apunte nuevo que comentar.
Aprovecharé esta entrada de hoy para subir alguna de las fotos que publico en instagram, (he sido incapaz de conseguir un enlace directo con mi página!)

Aquí van tres instantes gramáticos tomados en una mañana de domingo, en una ciudad de Valencia menos nerviosa que de costumbre, debido a la lluvia desacostumbrada que nos acompaña este otoño.




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